domingo, 7 de marzo de 2010

8 de marzo: mujeres republicanas en los carteles de la guerra

Un grito en la pared. Así se definía en los años treinta el cartel, esa conjunción estética de imágenes impactantes y textos breves que capta la atención y transmite un mensaje sencillo, y que en aquel momento desempeñaba, junto a la radio y las revistas, un papel destacadísimo en la comunicación humana anterior a la aparición de la televisión.
Las colecciones de carteles de instituciones como el Centro Documental de la Memoria Histórica o la Fundación Pablo Iglesias constituyen un testimonio extraordinario del cartelismo republicano, por su amplitud y por la variedad de temas, autores, instituciones y organizaciones editoras que la componen.
El cartel republicano siguió la senda de la cartelística de la Primera Guerra Mundial, acrecentando la efectividad de los mensajes y recurriendo a la imaginación para ampliar los motivos tradicionales: alistamiento, símbolos políticos, etc., con llamadas a la educación, a la higiene y advertencias de los abusos que proliferan en las situaciones de guerra. Este bando recurrió a los mejores cartelistas de la guerra, que seguían los preceptos estéticos del arte de vanguardia, en especial del constructivismo ruso.
Por este motivo, traigo aquí la exposición que tuvo lugar en julio de 2008 en el marco del congreso Mujeres republicanas en la memoria. Que mi nombre no se borre en la Historia, en la Universidad de Salamanca junto con AEMIC, Asociación para el estudio de los Exilios y Migraciones Ibéricos Contemporáneos.
Aproveho también la oportunidad para invitaros a las II Jornadas memoria de mujeres. Exiliadas, que se celebra los días 8 y 9 de marzo de este año, en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Salamanca, por el Centro Documental de la Memoria Histórica.