En las tardes de calor del julio madrileño, una buena opción para pasar más que un rato, entretenido, fresquito, y por qué no, aprendiendo y admirando cosas nuevas (nuevas para mi), es dirigirse al Museo del Prado que, de martes a sábado de 18 a 20 hs, y los domingos desde las 17 hs, tiene entrada gratuita, siempre que uno se dirija a la exposición permanente.
Hacía un año que no iba al Prado y desconocía la evolución de los planes de ampliación. En estos planes, se ha incorporado la colección del siglo XIX a la colección permanente del Museo, y se han abierto nuevas salas de pintura española del Románico al Renacimiento, inauguradas en marzo de 2010. Era la sala 51C, la de pintura románica, la que tenía ganas de visitar, y quedé asombrada.

En segundo lugar, se ha recreado la arquitectura interior

Podemos observar, asímismo, una reconstrucción idealizada de cómo debió de ser originalmente la sala de esta ermita.
Para completar la sala de pintura románica española, se expone el frontal de San Esteban de Guils (Girona), un temple sobre tabla del siglo XIII.

En defintiva, me parece una muy buena experiencia poder observar tan de cerca este tipo de obras de arte en un admirable el estado de conservación. Volveré otras tardes, una o dos horitas, a seguir disfrutando, así, "de a poco", a conocer las nuevas salas y la nueva localización de las diferentes pinturas y esculturas que alberga el Museo. Mientras, para aquel que guste, tiene en la página del Museo del Prado una presentación interactiva de estas nuevas salas.